Tulio Ramírez: La pandemia agravó la situación de emergencia humanitaria que ya existía en la educación venezolana

Crisis aumentó la deserción de docentes en todos los niveles educativos
El profesor y director del Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, Tulio Ramírez, aseguró que tras la llegada de la pandemia de COVID19 al país, la educación venezolana se ha visto gravemente afectada pues, a su juicio ya existía una emergencia humanitaria en el sector educativo por la falta de mantenimiento en los planteles y la crisis nutricional que afecta a estudiantes, personal administrativo como docentes.
El también abogado y sociólogo, recordó que ya se había declarado una emergencia humanitaria en la educación venezolana por estar atravesando una situación compleja debido a la falta de inversión en el sector educativo y la ausencia de programas de alimentación que beneficiaban a miles de alumnos en edad de escolaridad. Agregó que “ya se observaba una gran ausencia de los docentes debido a los bajos salarios y a las difíciles condiciones de trabajo”.
Desigualdad digital
El profesor sostuvo que la pandemia agudizó la brecha existente entre quienes tienen acceso a las nuevas tecnologías y quienes no, lo que ha afectado el desempeño de maestros y estudiantes por igual. “Hay que agregar el deficiente servicio de Internet, ya que Venezuela tiene un pésimo nivel de cobertura, lo que hace que queden excluidos un número no precisado de estudiantes del país, sobre todo en ciudades pequeñas y el medio rural. La inestabilidad de Internet ha generado un serio problema relativo a la capacidad de conectividad entre profesores y alumnos”, dijo.
Durante declaraciones al medio digital, El Impulso, el docente consideró que en Venezuela existe un sistema online educativo donde hay profesores que no contaron con una debida preparación para las nuevas competencias a desarrollar bajo esta modalidad.
“Se dejó en los hombros de los educadores la carga para que hicieran lo que tenían que hacer sin ninguna formación, sin ningún lineamiento y que se las arreglaran como pudieran con el fin de aplicar la docencia a distancia. Los maestros confiesan que el aprendizaje de los niños y de los jóvenes ha disminuido, en tanto que no se han podido ver todos los programas, las promociones se han producido en forma automática por orden de las autoridades de educación, sin constatar que el estudiante ha logrado las competencias que debía alcanzar en cada grado de primaria o en cada año de bachillerato y, por supuesto, todo esto genera un panorama muy complejo, al cual hay que sumarle las medidas erráticas del régimen en materia educativa”, sentenció.
“Cada familia una escuela”
En relación a los programas impulsados por el régimen de Maduro, sostuvo que las clases por medios estatales han resultado en un rotundo fracaso por contar con maestros que desconocían a plenitud el contenido de las asignaturas impartidas, “cometieron errores garrafales” y esto ayudó a crecer el escepticismo y desconfianza a tal punto que desistieron de estos programas.
Para el especialista era una buena idea utilizar la televisión porque éste medio tiene mayor cobertura que el calamitoso uso de Internet, pero el régimen improvisó con personal no apto y, desde luego, incurrió en un tremendo fiasco.
Pero, como si todo esto fuera poco, el Ejecutivo Nacional ha hecho un llamado a los educadores, para que acudan a dar clases presenciales, sin haber resuelto los problemas de acondicionamiento de planteles y, por supuesto, sin mejorar las condiciones laborales, ni mejorar los servicios.
Sin presupuesto, asfixia a la academia
Vale destacar que desde hace más de una década, el régimen venezolano ha implementado políticas asfixiantes a las casas de estudios superiores, a tal punto que ha disminuido la ejecución de sus investigaciones, actividades de extensión y poco a poco merma la docencia, convirtiendo a las universidades en grandes liceos.
Al mismo tiempo, se ha intensificado una actitud oficialista contra la educación privada, que ha obligado al cierre de un gran número de institutos en todo el país.Y para colmo de males, la cuarentena ha sido aprovechada por bandas criminales para cometer toda clase de delitos contra las instituciones universitarias.
Al respecto conviene señalar que han sido frecuentes los asaltos y hurtos de equipos de las casas de estudio, entre las cuales las más afectadas han sido la Universidad Central de Venezuela, el Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente, la Universidad del Zulia, la Universidad de los Andes, la Universidad de Carabobo y la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, para citar algunas de ellas.
Si no fuera una política del Estado, lo pareciera, dijo, porque no hay seguridad por parte de los organismos oficiales y hasta ahora las denuncias formuladas no han obtenido respuestas y, por lo tanto, los hechos delictivos se siguen cometiendo impunemente. Como la pandemia impide las actividades en esas instituciones, indudablemente, esas bandas operan a su libre antojo, manifestó el profesor Ramírez.
Se ha producido un desmantelamiento en las universidades y no será fácil volver a equiparlas convenientemente.
Con información El Impulso