Pobreza digital: Venezuela cuenta con la peor conectividad de América Latina

La educación venezolana, condicionada por la pandemia
(31.01.2021).- De acuerdo con la encuesta de Speedtest Global Index, del año 2019, Venezuela es el país que tiene la peor conectividad de América Latina, gracias a las políticas de no inversión en el sector por parte del gobierno de facto actual, ocupando el puesto 175 de 176 países en el ranquin, con una conectividad de 3,67 Mbps, superando solo a Turkmenistán, cuya conectividad es de 2,06 Mbps. La de Colombia, es de unos 19,7 Mbps.
La cobertura es otra gran carencia tecnológica venezolana. Según el estudio Navegación a la mínima expresión: Condiciones de la calidad de internet en Venezuela, en 2018 sólo el 62% de la población tenía acceso a internet. No obstante, se espera que en 2020 este porcentaje sea aún menor, por razones económicas: las tarifas de teléfono y datos aumentaron en febrero de 2020 entre el 975% y el 1 830% respecto a los montos precedentes.
Por otra parte, ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes son artículos importados cuyo precio depende del mercado internacional, , lo que los hace inaccesibles para más del 70% de la población; además, los gastos de reparación de equipos ya obsoletos se han elevado considerablemente. Por citar solo un ejemplo, el teléfono inteligente más barato del mercado cuesta unos 100 dólares, mientras que el sueldo promedio de un profesor de colegio está entre los 20 y los 25 dólares mensuales.
La distribución demográfica influye: el 80% de la población se concentra en el 20% del territorio con lo que la Venezuela vacía (unos 700   000 kilómetros cuadrados), tiene peor acceso a los servicios.
Educación online, ¿solución o problema?
Con una precaria conectividad, una escasa disponibilidad de equipos, una cobertura de señal limitada y un servicio eléctrico inestable, solo en las zonas en las que todos estos factores funcionen simultáneamente la educación online puede ser una opción viable.
Pero la realidad del país es que, si este tipo de enseñanza tuviese que prevalecer, se convertiría en un elemento más para el fracaso escolar de los sectores más vulnerables de la población venezolana.
Los datos de pobreza correspondientes a 2018, obtenidos a través de la Encuesta ENCOVI son elocuentes. El 87% de los venezolanos están en situación de pobreza y el 89% de esos pobres no tienen ingresos suficientes para comprar alimentos.
En este contexto, imposible de mejorar en el corto plazo, la implantación obligatoria de la educación a distancia traerá como consecuencia el ensanchamiento de la brecha educativa, no solo entre pobres y ricos, sino entre quienes tienen y no tienen acceso a internet por localización dentro del territorio, independientemente de su condición social.
Todo esto obliga a reflexionar sobre los efectos de la no presencialidad de la actividad educativa en escuelas y universidades venezolanas. Habría que evaluar si vale la pena la educación online, cuando esta desdibuja un concepto fundamental de las democracias liberales del mundo: el de la igualdad de oportunidades.
Con información Encovi – Speedtest Global Index – The Conversation